Los Guardianes equivalen a la policía, o incluso al ejército de un clan. En la Antigüedad y en la Edad Media, de hecho, han llegado a formar pequeños pero tremendamente poderosos ejércitos al servicio de grandes Señores de los ángeles caídos. Pero esos tiempos pasaron, y en la actualidad, debiendo pasar desapercibidos entre los mortales, los Guardianes suelen vestir discretamente (muy a menudo traje) y usan modernas armas de fuego. Armas cortas, habitualmente, y a veces también de asalto, para operaciones de cierta envergadura. En la estructura de los Señores de la Llama Eterna responden, a través del Capitán de la Guardia (que es uno de los miembros del Consejo), ante el Alto Señor, pero también obedecen órdenes puntuales emitidas por los Jueces.
Sello de los Guardianes.
Su lema: "Fieles hasta la muerte,
y después de la muerte".
Su función principal es defender la seguridad del clan y la integridad de su territorio. No suelen enfrentarse a mortales, a no ser que la amenaza sea grave (como bandas callejeras o la mafia, cuando se han interpuesto en su camino). Normalmente defienden al clan sólo de otros grupos de caídos. Son duros, están muy bien entrenados para el combate, y tienen gran capacidad de sacrificio por el colectivo. Los clanes más belicosos, como los Luna Negra, están formados en su gran mayoría por Guardianes, aunque reciban otros nombres (Soldados, Guerreros, etc.).
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© 2018 D. D. Puche y Grimald Libros.
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